Amor maduro

Lunes, 7. Abril 2014

                          EL AMOR MADURO

 

      Muchas parejas acaban por confundir sus sentimientos amorosos. Tienen la fantasía de que el enamoramiento de la primera época ha de durar siempre. A menudo, recibo consultas de algunos lectores que dudan de su amor.

      Beatriz, de 26 años: "hace dos años que salgo con mi novio y ya no siento la pasión del enamoramiento. Sé que le quiero, pero creo que ya no estoy enamorada. ¿Quiere decir esto que nuestro amor ha desaparecido?".

      Las emociones del enamoramiento pueden fructificar en el amor maduro de una relación duradera. Los sentimientos de cariño y de ternura reemplazan la intensidad del enamoramiento, entendiendo éste último con las siguientes características: el pensamiento obsesivo del amado, la idealización, el deseo arrollador de estar juntos, los altos y los bajos, la desesperación de estar separados.

      Ahora bien, el enamoramiento no desaparece del todo, sino que queda latente en la pareja. Los sentimientos de cariño y de amor son los que llevan las riendas de la relación y de vez en cuando, los miembros de la relación volverán a sentir los sentimientos intensos del enamoramiento. Uno puede sentirse enamorado en cualquier momento, a primera hora de la mañana, al contemplar al cónyuge durmiendo, en una fiesta donde las miradas se cruzan por un instante, en un aniversario, en la ausencia del amado por un viaje, en unas vacaciones, etc. El enamoramiento aparece y desaparece, mientras que los sentimientos cariñosos permanecen inalterables.

      El amor maduro es como el fluir de un río, nunca permanece inalterable. El río al igual que el amor, tendrá temporadas en que su caudal estará a rebosar, en otros momentos el caudal estará en peligro de sequía; las aguas pueden permanecer tranquilas o pueden correr con toda su fuerza.

 

LOS COMPONENTES DEL AMOR MADURO: SOLICITUD, ACEPTACION, EMPATÍA, SENSIBILIDAD, INTIMIDAD.

            Para que el amor maduro se desarrolle a través del tiempo son necesarios varios componentes básicos:

1) La solicitud significa que uno cree en el cónyuge y le hace saber: "eres importante para mí. Me interesa lo que te pueda ocurrir. Te cuidaré." Se trata de ser solícito con la pareja a través del afecto y el interés, esto forma parte del compromiso  de la relación.

2) La aceptación ha de ser incondicional. Respetando las diferencias de ideas, por ejemplo admitiendo que el cónyuge tenga preferencias políticas o religiosas diferentes a las propias. Entendiendo que la pareja tenga necesidades distintas, por ejemplo, puede ser el cónyuge necesite un tiempo de soledad. Aceptar las debilidades e incapacidades del compañero, "te quiero, tal como eres".

3) La empatía es la capacidad para sintonizar con los sentimientos del compañero, de experimentar en cierto grado el dolor o el placer de él o ella. La empatía es saber compartir las vivencias del otro, sin confundirse y sin perder de vista la capacidad para apoyar a la pareja en los momentos difíciles.

4) La sensibilidad a las preocupaciones y puntos vulnerables del compañero. La sensibilidad reside en conocer la parte oculta de la pareja, sus miedos, sus necesidades y sus deseos. Por ejemplo, un esposo puede reaccionar de forma exagerada cuando su esposa no es puntual en una cita. Si ella sabe que esta reacción responde al miedo de él a que algo malo le pudiera ocurrir, puede aceptar esta reacción y en un futuro intentará avisar si llega tarde.

      La sensibilidad se aprende a partir de una relación sincera, donde cada uno puede expresar sus miedos y necesidades. De esta forma puede comprenderse la conducta del compañero y evitar los malos entendidos.

5) La intimidad se extiende desde las discusiones sobre los detalles de la vida diaria, a los instantes en que la pareja confía los sentimientos más íntimos hasta su relación sexual. La intimidad ha de cultivarse y preservarse.

      Las expresiones de afecto son el medio para despertar los sentimientos tiernos de la pareja y para mantener viva la intimidad. Los gestos afectuosos tales como rodear con el brazo al compañero, apretujarlo y susurrarle palabras de amor. Cualquier pequeño detalle puede ser una expresión de amor.

      El enamoramiento y el amor maduro son un mismo sentimiento, al igual que el mismo río puede estar fluyendo con intensidad o estar reposado en sus aguas tranquilas. El amor no puede definirse racionalmente, porque es un sentimiento, una vivencia. El amor se siente unas veces con más fuerza y otras con menos. El amor está o no está. El amor es como el río de la vida:

      "No empujes el río, porque fluye solo".

                                           Barry Stevens

 

Categoria d'articles: